martes, 4 de mayo de 2010

Mi experiencia personal en la escuela.


Mi educación escolar comenzó a los 3 años de edad, en un Jardín de Infantes al que asistí hasta los 5 años. Se organizaba en distintas aulas, cada alumno tenía un guardapolvo de color según el género (rosa para las nenas, celeste para los nenes).
Aprendíamos a escribir, a contar y a leer. También teníamos música y educación física.
Estaba todo controlado por tiempo, pero no de manera muy estricta.
Luego de cumplir los 6 años, ingresé a la escuela primaria. Debíamos asistir con guardapolvo blanco, largo hasta las rodillas. Las aulas estaban organizadas en filas de pupitres. La maestra decidía con quién y dónde debíamos sentarnos. Seguíamos teniendo educación física y música. Las materias se daban por áreas, en un horario determinado. También contaba con dos recreos de 15 min., que se llevaban a cabo en un patio donde están los alumnos de los distintos grados.
Había una sola maestra que daba la mayoría de las áreas.
Estuve en la escuela primaria hasta finalizar 7mo grado. Al cumplir los 13 años ingresé a la secundaria. Allí las materias están dadas por profesores, cada uno especializado en su área. En el caso de la escuela a la que asisto no utilizamos guardapolvo. Básicamente, la organización es la misma que en el nivel primario, salvo que, en este nivel, se lo prepara al alumno para la educación universitaria.

La escuela en casa: Homeschooling.


Este movimiento se ha desarrollado principalmente, en los Estados Unidos y está extendiéndose hacia Canadá, Australia, Nueva Zelanda e Inglaterra.
Los cultores de la homeschooling sienten que sus propuestas permiten una "liberación" de las familias en relación con las imposiciones de un currículum oficial, y a su vez, una liberación del modelo escolar en el que predomina la competencia, la comparación y en el que circulan situaciones sociales que en la propia famlia no se producirían.
El desafío de la homeshooling pone en cuestión el lugar y la autoridad del maestro, y a lo que se ha denominado "el dispositivo de alianza entre la familia y la escuela". Asimismo debilita el concepto de simultaneidad sistemática de los grandes sistemas educativos nacionales, que sostuvieron el modelo de escolaridad durante los últimos cien años.

La escuela libertadora: Paulo Freire.


Paulo Freire, pedagogo brasileño (1921-1997) propuso una nueva pedagogía, destinada a los oprimidos. Su método procura dar al hombre la posibilidad de redescubrirse y de concientizarse. No se pretende como un método de enseñanza, sino de aprendizaje, para que las personas aprendan a ejercer su libertad y practicarla.
Freire entiende a los procesos educativos como alguien que deposita algo en el otro, sin ningún tipo de interrelación entre ambos. El docente deposita un saber cerrado en la mente del alumno, cuya función es reproducirlo memorísticamente. Cuanto más memorice y acumule el alumno, más "educado" ha de ser.
Para revertir esto, Freire propone la dialogicidad como la esencia de una educación que pueda favorecer la práctica de la libertad.

La educación sin escuelas.


EL optimismo pedagógico y la confianza depositada en la escuela comienzan a desmoronarse en la segunda mitad del siglo XX. Ante este desencanto y cierto pesimismo pedagógico, han aparecido alternativas contraescolares.
En las décadas de 1960 y 1970 apareció un fenómeno de desinstitucionalizador: la corriente desescolarizante, un movimiento encabezado por Iván Illich. Postula que la noción de "progreso sin fin" que prometían las instituciones modernas tiene un límite, y la escuela no puede resolver la contradicción de formar a las futuras generaciones en una tecnología y en un progreso al que no todos tendrán posibilidades de acceder. Illich propone "liberar la educación de la escuela, de manera que la gente pueda aprender la verdad acerca de la sociedad en la que vive".
Las ideas de Illich critican que la educación es una forma más de dominación. La escuela no representa una oportunidad verdadera para salir del Tercer Mundo; por el contrario, ella insume en un costosísimo presupuesto para mantener en funcionamiento la gigantesca burocracia de los sistemas educativos.
La idea central advierte que es mucho más económico y democrático educar a la sociedad por un medio que no sea la institución escuela.

El Estado y la Simultaneidad Sistemática.

La masividad de la enseñanza comenzaba a ser una necesidad de las sociedades modernas. Esto implicaba instituciones especialmente diseñadas para tales fines. El Estado asumía el rol principal como responsable directo de la provisión del servicio educativo y como regulador del sistema. Por eso inventó la silmultaneidad sistemática , que consiste en homogeneizar toda la actividad escolar en un tiempo y espacio determinado. Consolida aquellos principios del modelo de Comenio acerca de "enseñar todo a todos" mediante métodos efectivos y uniformes que aplican una tecnología de disciplinamiento social al servicio de la educación.

La Nueva Escuela en Argentina.

La recepción argentina de la filosofía educacional de la Escuela Nueva estuvo institucionalmente sesgada a causa de diversas circunstancias relativas, especialmente, a políticas educacionales fuertemente instaladas en el imaginario social y educacional de la época. La anterior afirmación conduce a una breve referencia acerca del período inaugural en el que se gestó y configuró el Sistema Educativo Nacional argentino como uno de los fundamentos del Estado-Nación, a fines del siglo XIX. La denominada "Generación del ’80" -integrada por figuras destacadas del ámbito político e intelectual del país (tales como Sarmiento, Alberdi, Mitre y Avellaneda)- propició y llevó a cabo una política educativa nacional de envergadura. En la educación superior universitaria, cabe señalar que desde aproximadamente 1890 y hasta 1920, se fortalece la filosofía científica con el "positivismo" –corriente que tuvo también un lugar muy significativo en Brasil, así como en otros países latinoamericanos-.
El positivismo surge por influencias del pensamiento de Comte (1798-1857) y de Spencer (1820-1903), filósofos que dieron preeminencia a una línea biológico-psicologista tomada luego como base del aprendizaje del alumno. Desde una perspectiva general, es posible considerar que el positivismo argentino inicia su presentación a partir del ideario pedagógico sostenido por la "Generación del ’80" y por los representantes del "normalismo" en la formación de maestros. Entre tales enunciados comunes se indican los siguientes:
a. lugar de preeminencia del conocimiento, especialmente del conocimiento científico basado en las ciencias físicas y naturales;
b. hegemonía pedagógica de quien posee el conocimiento, es decir, el maestro o profesor;
c. desarrollo de la educación pública;
d. relevancia del laicismo en educación;
e. reconocimiento por la sociedad del papel de la educación como factor importante en la movilidad social.
En función de la envergadura alcanzada por la potítica educativa auspiciada por la "Generación del 80" y por el positivismo universitario, fácil es advertir que la instalación de los principios fundamentales de la "Escuela Nueva" no alcanzaron mayor relevancia frente al paradigma educativo tradicional y oficial que imperó en la Argentina de esa época. Tampoco lo alcanzó cuando se produce el derrumbe del positivismo (después de 1920) y llegan al país nuevas corrientes filosóficas de cuño espiritualista, que van a influir notablemente sobre la formación de maestros y profesores. Al mismo tiempo, en 1930, se produce el primer golpe militar del General Uriburu, que derroca al Presidente Hipólito Irigoyen. Dentro del panorama político alcanzan primacía grupos intelectuales conservadores y representantes de la Iglesia Católica, quienes van a desempeñar un papel significativo en el escenario de la política educacional de ese período.
Si trasladamos estos hechos al plano de la educación con respecto a la no planificada incorporación de la "Escuela Nueva", es posible sostener la tesis siguiente: la impronta de la educación pública, expresada en la temprana creación de un Sistema Educativo Nacional (1884), dio contextura hegemónica a una metodología de enseñanza enciclopedista y de carácter expositivo, en la que el alumno desempeña un rol pasivo, característica de la educación tradicional. En consecuencia, el posterior reemplazo ideológico del positivismo por una filosofía de cuño espiritualista no quebrantó la fortaleza de la metodología y de las formas de enseñanza de la tradición escolar. En cambio fue radical su actitud de rechazo con respecto al laicismo y a la preeminencia del conocimiento científico, dado que comienza a otorgarse prioridad a la formación moral y religiosa del alumno y, en el plano institucional, a la educación de cuño confesional católico.

La Nueva Escuela.


La Escuela Nueva, también conocida por diferentes autores como Escuela Activa, Nueva Educación o incluso Educación Nueva, es un movimiento surgido a finales del siglo XIX. Este movimiento criticaba la escuela tradicional de entonces, que posteriormente, siguió con los mismos ideales en el trascurso del siglo XX. También criticaba el papel del profesor, la falta de interactividad, el formalismo, la importancia de la memorización (contraria a la construcción o la significatividad), la competencia entre el alumnado y, sobre todo, el autoritarismo del maestro. Proponía un alumnado activo que pudiese trabajar dentro del aula sus propios intereses como persona y como niño.
Tiene como referentes las ideas filosóficas y pedagógicas de autores como Jean-Jacques Rousseau y tambien autores de la corriente naturalista, que postulaba la necesidad de volver a la naturaleza para preservar al ser humano de una sociedad que la corrompía; asi como Johann Heinrich Pestalozzi, Friedrich Fröbel y las nuevas ideas surgidas a la luz del darwinismo.
A partir de 1914, con el conflicto de la Primera Guerra Mundial, estas ideas van a extenderse sobre todo en Europa. Es una época en la que diversos autores se proponen revisar los principios que sustentan el acto educativo y la instituciones creadas para ello. Son intentos de mejora que habían calado en un grupo de autores y maestros liberales e izquierdistas que se plantearon la necesidad de reconsiderar los planteamientos educativos imperantes hasta ese momento. Para ello buscaron una nueva educación que fuera activa, que preparara para la vida real y que partiera de los intereses reales que tenía el niño. Autores como Ovidio Decroly, María Montessori, Célestin Freinet, las Hermanas Agazzi, Andrés Manjón o Giner de los Ríos se convirtieron en sus máximos exponentes hasta la década de los años 1930 en el Siglo XX, cuando el auge de los totalitarismos y finalmente el temor al comunismo llevaron al olvido estas ideas.


Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_Nueva

La escuela disciplinada y disciplinadora. La industrialización y el surgimiento de los modernos sistemas educactivos nacionales a fines del siglo XIX.

Narodowski, en su artículo "Buscando desesperadamente a la Pedagogía", sostiene que la conformación de la que hoy conocemos como escuela moderna se realizó a través de un "proceso de escolarización del saber". Dentro de este proceso es posible reconocer dos vertientes. Una de ellas es institucional, y se relaciona con, por un lado, el nacimiento de las primeras fábricas y la necesidad de disciplinamiento social y, por otro lado, con las ya existentes escuelas de origen religioso, las clásicas y las municipales. La otra vertiente es intelectual y se nutre de la Ratio Studiorum de los jesuitas, la Didáctica magna de comercio, y la pedagogía lasalleana.

La escuela moderna surge en el marco de cuatro procesos fundamentales:

* La revolución agrícola, que implicó una masiva emigración de trabajadores hacia las ciudades;
* La Revolución Industrial, que creó nuevas formas de organizar el proceso de producción y generó un trabajador de nuevo cuño: el obrero industrial;
* La idea de ciudadano, que surgió con las revoluciones políticas y que se extendía a toda la población;

* La revolución tecnológica, íntimamente vinculada con las dos primeras, que derivó en la construcción de nuevos campos de saber y en la configuración de nuevas formas productivas que hubieran sido impensables sin los nuevos recursos tecnológicos.

Estos cuatro procesos sentaron las bases de las formas de educar que hoy conocemos.
Entre los siglos XVII y XIX, los dispositivos de la sociedad disciplinaria comenzaron a configurarse con fuerza. La disciplina se configuraba en lugares cerrados sobre sí mismo, divididos en zonas que separaban a las personas entre sí, que clasificaban espacios, funciones, tareas, tiempos. El panóptico era el modelo físico, arquitectónico, que representaba estos conceptos. En la escuela, esta orgranización de tipo panóptico se verificó en la construcción de grupos de alumnos sobre la base de su diferenciación etaria, de sus predisposiciones y de sus capacidades.
• El decurión y las hiper-aulas jesuíticas: Los jesuitas habían desarrollado un antecedente del monitor: el decurión. Propusieron que los alumnos se sentaran en el aula enfrentados en dos bandos simétricos distribuidos en forma de fila. Cada una de estas era llamada decuria. Cada alumno tenía su par en la fila contraria y, con este par, debía desarrollar las argumentaciones en los términos propuestos para la clase. A su vez, cada bando tenía un monitor, que los presidía. El docente se ubicaba en un lugar central como juez.
Un decurión era un alumno destacado que participaba de la clase ayudando a sus compañeros y colaborando con el docente.

• La escuela de Lancaster "Enseñando mutuamente": En Inlgaterra a fines del siglo XVIII surgió una nueva disposición de la organización escolar, como consecuencia de la Revolución Industrial. Se trataba de una gran aula y allí se reunían cientos de alumnos de diferentes niveles, sentados en bancos. Estos se disponían en filas, en cuyo extremo se encontraba el alumno monitor. No obstante, en frente seguía estando un maestro, que sólo trabajaba en forma directa para los monitores, quienes a su vez, repetían el procedimiento con su grupo de alumnos. Así nació el método que se denomina lancasteriano.
En el métdo de Lancaster también enseña alguien que está en proceso de aprender, alguien que es aún un alumno. He aquí lo revolucionario respecto de las pautas tradicionales de autoridad.
Con el tiempo, el método lancasteriano perdió fuerza. Esto se debió a las críticas y los desafíos que plantea al método simultáneo ya hegemónico cuando Lancaster hizo su propuesta y a los factores intrínsecos del método monitoreal.

• La escuela del padre La Selle "Enseñando Simultáneamente" : Juan Bautista de La Selle fue un pedagogo y sacerdote francés. Fundó el "Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas", se dedicó a la educación masiva de los niños pobres y a la formación docente.
Su modelo se torna mediante dos ejes : el orden y el control. Éstos se aplican mediante la simultaneidad de la enseñanza, es decir, a un grupo de alumnos recibe la misma instrucción al mismo tiempo, a través de un único docente. En el aula todos los alunos se ubican ordenados simétricamente en pupitres para cada alumno. Se colocan mirando al frente, en silencio, y prestan atención a su maestro, sentado estratégicamente detrás de su escritorio.
A través de su método simultáneo o colectivo de enseñanza, se garantiza la escolaridad masiva de grandes grupos de alumnos con muy pocos maestros.

• La primera metodología didáctica moderna de Comenio: En el siglo XVII, Jan Amos Comenius fue uno de los pensadores que se centraron en las cuestiones metodológicas de la didáctica moderna. En su obra "Didáctica Magna" postuló
1. La educación debe ser única e igual para todos, sin distinción de género, nivel social o grado de inteligencia.
2. La educación debe ser universal, por tanto, en la escuela, se debe senseñar todo lo que el hombre necesita por su condición racional (artes, ciencias, costumbres, lengua y religión).
3. Las propuestas educativas deben actualizarse según se actualizan el conocimiento científico y los métodos de enseñanza.
4. La escuela debe estar correctamente organizada, en lo relativo a los tiempos, las disciplinas y las conductas de los alumnos.

Comenio propuso una organización gradual de la educación. Entre los 6 y 12 años el niño debe ir a la escuela pública; entre los 12 y 18, a la escuela de gramática; y entre los 18 y 24 a la universidad.